Por Manolo Martín (Lorca Biciudad)
Más abajo el enlace con todas las fotos del viaje
Los Encuentros no defraudaron. Doscientos sesenta participantes dedicaron parte de sus vacaciones a un apasionante travesía en bicicleta por La Mancha de Don Quijote
ALMAGRO
Partieron de Almagro, a donde trataron de llegar combinando la bici más el tren. Muchos así llegaron, arriesgándose a la decisión positiva o negativa del revisor, ya que en los trenes de Media Distancia (MD) no se permiten más de tres bicis por tren, pero muchos tuvieron que desplazarse en coche con sus bicis y dejarlo en Almagro ante el silencio de la jefatura de MD a la solicitud debidamente planteada por ConBici con anterioridad para que en los Encuentros se hiciera una excepción. Por ello tuvieron luego que regresar en el tren a Almagro a recoger sus vehículos en vez de continuar su viaje en tren…
LA MANCHA… UN FANTÁSTICO Y COLORIDO TAPIZ
La primera etapa del sábado sirvió para poner a prueba a todos y tuvo alguna dificultad añadida por el estado de los caminos, pero la llegada a La Solana compensó la jornada. La charla con Paco Tortosa, Alfonso Sanz y María del Mar Fornés no defraudó y rememoraron los primeros Encuentros de hace 25 años que derivaron en la fundación de ConBici y evocaron otros cicloviajes posteriores. De no se sabe donde, sacaron un ejemplar editado tras aquel primer viaje cicloturista por estas mismas tierras y se lo regalaron a César Haba, padre del cicloturismo en Almansa y coofundador de Almansa en Bici y por cierto, desafortunadamente lesionado poco antes de la primera salida, por los que los tuvo que seguir al grupo con una muleta, conduciendo furgones y haciendo de voluntario permanente. ¡Qué valor!.
LAS LAGUNAS DE RUIDERA
Desde La Solana el viaje continuó, pasando por Alhambra, hasta Ossa de Montiel, con parada y fonda en diversos parajes de las lagunas de Ruidera. Unos siguieron el itinerario recomendado por la organización y otros buscaron alternativas más prolongadas, ya que costaba separarse de estos embalses naturales con desbordantes cascadas y limpias aguas. El atardecer recompensó llegar algo más tarde a Ossa de Montiel y aquí dormimos en su polideportivo municipal.
De Ossa de Montiel salimos a Alcaraz, pedaleando por campos de suaves lomas e inmensos paisajes.
ALCARAZ
En Alcaraz nos abrieron una piscina donde todo lo que pudimos beber fue el agua de su cuba, pues el bar estaba cerrado ¡y cualquiera subía al empinado pueblo a las tres de la tarde a por un refresco!. Pero entre chapuzones y tragos de agua de los grifos nos repusimos para conocer la espléndida población al bajar el sol. Para pasar la noche nos abrieron un convento ahora abandonado con la posibilidad de dormir en parejas sobre colchones, en la prometedora Noche del Amor. Pero estos resultaron algo estrechos para dormir a dúo, por lo que muchos optaron por seguir durmiendo en el suelo, donde caben dos e incluso muchos más sin caerse. Nos recibieron en el Ayuntamiento de su porticada plaza y ofrecieron una visita guiada por la población que no dejó indiferente a nadie y con la que conocimos la historia, monumentos y callejuelas de Alcaraz. Muy recomendable su casco histórico y alrededores. El grupo ciclista AlcarazBTT local también nos dedicó parte de su tiempo y atenciones. ¡Muchas gracias!
LA VIA VERDE DE ALCARAZ
Salimos el martes por la Vía Verde de Alcaraz, construida sobre la infraestructura de un ferrocarril que en tiempos se pensó que uniría Albacete con Jaén, pero que no llegó nunca a funcionar. El recorrido consistió en un suave descenso sólo interrumpido por la intransigencia de un propietario local que no permitió nunca el paso de gentes por este camino, por lo que tuvimos que dar algún rodeo que incluso enriqueció la ruta al discurrir por una de sus fértiles vegas, terminando la etapa -que no jornada- en Balazote, el pueblo donde se encontró “La Bicha”. Allí descansamos, comimos y cenamos en su piscina municipal, gracias a la hospitalidad de su ayuntamiento y donde además hicimos talleres de masajes, bailes tradicionales, reparación de pinchazos y reunión de Bicis al tren. Esta última sirvió para escuchar las dificultades de muchos asistentes para llegar desde su origen a Almagro y planeamos la protesta que estaba prevista en la Estación de Albacete para el día siguiente.
RUTA NOCTURNA
Salimos poco antes de las once de la noche en compacto grupo a Albacete, en una ruta maravillosa, a pesar del cielo con nubes que a veces tapó la luna llena y los aspersores de riego de los cultivos aledaños que, con sorpresivos chapuzones, nos desperezaban cuando ya de madrugada corríamos el riesgo de dormirnos en este plácido recorrido. Alguien preguntó si eso estaba preparado por la organización, pero no lo estaba, constituyendo la anécdota de la ruta. Y llegamos a Albacete, entre las dos y las tres de la madrugada, según las fuerzas de cada participante. De nuevo nos alojamos en el pabellón de un colegio público.
ALBACETE. Jornada de ¿descanso?.
La parada en Albacete sirvió para reponer fuerzas físicas pero también para realizar actividades culturales, institucionales, asamblearias y reividincativas.
Por la mañana, en la Diputación, asistimos a las proyecciones y debate de Juan Francisco Cerezo, un experto viajero en bicicleta. Al finalizar, el Presidente de la Diputación y Alcalde de Almansa, Paco Núñez, subió al estrado para darnos la bienvenida. Almansa en Bici le regaló una bicicleta plegable por su gesto de renuncia a coches oficiales y ConBici le dirigió unas palabras animándole a realizar más medidas relacionadas con la sostenibilidad y a apostar por el cicloturismo, mejorando la señalización y ampliando la red de caminos que componen la Ruta de Don Quijote así como reivindicando a Renfe y al Ministerio de Fomento más facilidades para poder admitir bicis en los trenes. También, cuando se mostraba feliz y orgulloso subido en la bici ante los periodistas, se le desearon muchas satisfacciones con el «nuevo aparato que tenía entre las piernas», lo que provocó los comentarios más diversos en un distendido ambiente.
LA ASAMBLEA
Tras la comida, comenzó una intensa asamblea donde, después de informar sobre las acciones y gestiones realizadas por el Secretariado los últimos meses se procedió a escuchar las experiencias más diversas realizadas por los grupos allí presentes, resultando de lo más estimulante comprobar una vez más la cantidad de cosas que podemos enseñarnos unos a otros y la necesidad de que la coordinadora ponga en valor las actividades de cada grupo.
MASA CRITICA
Y después de la Asamblea, a las siete y media, la masa crítica organizada por las calles de Albacete y a la que nos acompañó la Policía Local, en bicicleta, como debe ser. Más de trescientas personas asistimos a ella.
LA REIVINDICACIÓN EN LA ESTACION DE ALBACETE…. ¡BICIS AL TREN!
Esta marcha acabó en la estación de Adif de Albacete, donde repartimos los folletos que habíamos hecho por la mañana y poniendo varias reclamaciones previamente consensuadas. Valencia en Bici presentó quinientas firmas digitales de apoyo con la reclamación. Se hizo bastante ruido pero al día siguiente la mayoría de periodistas se quedaron con el idílico paseo en bici por las calles de la ciudad y apenas mencionaron nuestras importantes reivindicaciones ante Renfe, donde habíamos compuesto una foto que era mucho más noticiable, pero que en ningún sitio se publicó, a pesar de ser el auténtico motivo de esa masa crítica.
JUNTO AL RÍO JÚCAR
Al levantarnos y desayunar como cada día con el avituallamiento ofrecido por la organización compuesto de fruta, cereales, leche y zumos, salimos de Albacete dirección Ayora y buscando Alcalá del Júcar. Vamos por un largísimo carril bici de 22 kilómetros casi todo paralelo a la autovía y a amplios campos de cereales hasta Valdeganga. Allí comienzan hermosos paisajes que no podremos hacer por caminos que siguen la mota del río, ya que unas lluvias recientes nos impiden vadearlo, pero por la carretera, pegada al río Júcar, también compensa el esfuerzo.
En Jorquera, nos acomodamos tras la comida en unas presas del río que nos permiten bañarnos ofreciendo nuestra imagen tan natural como trasparente a unas aguas que lo purifican todo. ¿Es esto el Edén?. Seguimos la ruta y entramos a Alcalá del Júcar admirándolo por nuestra la parte izquierda, una imponente muralla natural jalonada con el castillo y abotonada con algunas ventanas (¡!) a mitad del barranco que al parecer son cuevas que parten del interior del pueblo, como descubriremos más adelante.
ALCALÁ DEL JÚCAR
Algunos optaron por llegar en sus bicis como dios los trajo al mundo y como el que no quiere la cosa. Nos acomodamos y duchamos en las instalaciones de la piscina y subimos a la fortaleza donde la atenta alcaldesa nos ofrece una degustación de vinos del lugar (¡menudo blanco!, dijeron todos los que lo probaron) y una visita guiada. Una vez más desbordamos al pueblo cuando decidimos cenar en los mesones del lugar.
Pero Alcalá ya nos ha dado esta noche su soberbia estampa nocturna con tortuosas calles de pendientes endiabladas, casas encaladas y tenue luz para no competir nada con la imagen que preside el cerro y que no es otra que su elevado castillo. ¡No va más!
LA POSTAL
Por la mañana en Alcalá del Júcar no sabemos bien si desayunar churros o mantecados del lugar. Todo es bueno y todo probamos. La ruta de hoy dicen que es dura y aciertan de pleno.
Pero algo de montaña era obligado. Nos aprovisionamos de fruta, pan y conservas para el camino. Tras acompañar o acompañarnos las aguas del Júcar con sutiles y magníficas panorámicas color esmeralda, llegamos a una cuba donde compañeros más madrugadores se estaban dando un baño, sin más pertenencias encima que su alborozo por el agua fresca y revitalizadora tras una cuesta que costó a todos…
Y claro, difícil fue no imitarles, aunque era pronto para ello. Pero eso que nos llevamos a una ruta que se hizo dura, quizás más a los que no la conocíamos y no acertamos con la planificación, pero lo cierto es que llegamos todos a La Hunde, segunda zona de baño, ya por la tarde. Otro remojón obligado que resucitaba a los más muertos y tras alguna pista ascendente algo empinada… otra vez abiertos campos manchegos con llanuras evocadoras y a una hora dorada con el sol poniente. Así llegamos a Alpera, con olor a tierra mojada, por la lluvia caída momentos antes. Dimos una provocada vuelta por el pueblo que nos situó en él y llegamos a su pabellón deportivo donde dormimos… algo.
ALPERA: FIESTÓN FIN DE VIAJE
Antes gozamos de cena, bebida y un fiestón con el incombustible grupo musical de Los Marihachis, que nos hizo olvidar cansancios y fatigas. Sabíamos que el viaje daba sus últimos coletazos y había que aprovecharlo. Sin corte ninguno, bailes y congas durante tres horas nos mantuvieron en pie intentando retener la convivencia con los camaradas que más roce tuvimos y de los que pronto nos tendríamos que despedir.
ALMANSA
Y con el penúltimo amanecer de los encuentros, salimos para Almansa. Rodeando campos, disfrutamos la mañana en bici por el camino y tras recibir agua del pozo del cortijo de un vecino de la aldea de San Benito, nos plantamos en Almansa, deseando conocer las calles que esperamos pronto sean recuperadas para las personas de a pie, como sueñan nuestros compañeros de esa noble población de encumbrado castillo.
Y este escribano se tuvo que marchar por otras ocupaciones, pero dicen que en Almansa al mediodía se perdió, entre otras viandas, un gazpacho manchego como no había otro y que por la noche dormir a los pies del Castillo fue… un sueño.
FELICIDADES A LA ORGANIZACIÓN
Sin duda unos Encuentros que no olvidaremos gracias a sus infatigables organizadores, principalmente los compañeros de la Asociación Cicloturista de Almansa y a una agradecida tierra que rompió tópicos y nos hizo comprender que las andanzas de aquel señor Don Quijote y su escudero se desarrollaron, sin duda, en numerosos y mágicos lugares a los que hay que regresar.
Texto y fotos:
Manuel y Fabio Martín
LorcaBiciudad-ConBici
Resto de fotos: Pincha aquí
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